
Señor Jesús, al amanecer de este jueves 14 de noviembre de 2024, me presento ante tu presencia llena de gratitud y esperanza. Te doy gracias por el don de la vida, por haberme permitido despertar para contemplar un nuevo día lleno de posibilidades. Te alabo y bendigo porque tu amor y tu misericordia son eternos, y en cada amanecer renuevas tus promesas para con nosotros.
Padre celestial, hoy pongo en tus manos mi corazón, mis pensamientos y mis acciones. Guía mis pasos por el camino de la rectitud y ayúdame a ser luz en medio de la oscuridad del mundo. Enséñame a caminar en tu verdad, a ser testimonio de tu amor en cada decisión que tome ya tratar a los demás con compasión y humildad.
Señor, reconozco que sin ti nada soy, y por eso me entrego por completo a tu voluntad. Limpia mi mente de las distracciones y los temores, y lléname de tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento. Ayúdame a enfrentar los desafíos del día con fortaleza y serenidad, sabiendo que tú vas delante de mí abriendo camino.
Te pido, Señor, por mi familia, mis amigos y todas las personas que ponen en mi camino. Bendícelos, cúbrelos con tu protección y llénalos de tu amor infinito. Que en este día puedas sentir tu presencia de manera especial y que en sus corazones florezca la fe y la esperanza.
Señor, también te presento a aquellos que sufren, los que están enfermos, los que viven en soledad o en medio de dificultades. Derrama sobre ellos tu gracia y consuelo, y envía a tus ángeles para que los acompañen en sus pruebas. Enséñame a ser instrumento de tu paz, a tierna mi mano con generosidad ya orar con fervor por quienes lo necesitan.
En este día, Jesús, quiero pedirte especialmente por el mundo entero. Ayúdanos a ser agentes de cambio en una sociedad que clama por justicia, amor y unidad. Perdona nuestras faltas como humanidad y transforma nuestros corazones para que podamos vivir en armonía contigo y con los demás.
Padre amado, te encomiendo mis trabajos, mis proyectos y todos los sueños que has sembrado en mi corazón. Dame sabiduría para discernir tu voluntad en cada situación y fuerza para trabajar con dedicación y esmero, siempre buscando glorificar tu nombre en todo lo que haga.
Gracias, Señor, porque sé que caminas conmigo y nunca me dejas solo. En los momentos de alegría, eres la razón de mi gozo; en los momentos de dificultad, eres mi refugio y fortaleza. Ayúdame a mantener siempre mi mirada fija en ti, confiando en que tienes un plan perfecto para mi vida.
Hoy quiero vivir con un corazón agradecido, sabiendo que cada respiro, cada sonrisa y cada experiencia son un regalo tuyo. Que mis palabras reflejen tu amor, que mis sean testimonio de tu bondad y que mi fe inspire a otros a buscarte acciones.
Al iniciar este jueves, te entrego todas mis cargas y preocupaciones, sabiendo que tú cuidas de mí. Renueva mis fuerzas y mi espíritu para afrontar cada reto con determinación y alegría. Y al final de este día, Señor, que mi corazón esté lleno de paz, sabiendo que caminé junto a ti.
Gracias, Padre, por tu fidelidad y por el amor que nunca me abandona. Que este día sea una oportunidad para conocerte más, para servirte con alegría y para crecer en la fe. Todo esto te lo pido en el nombre poderoso de tu Hijo, Jesucristo, quien vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.